Entonces tu mirada se clava en mis ojos y descaradamente me miras de abajo a arriba, hasta volvernos a encontrar con la mirada, es cuando yo ahí incoscientemente me muerdo el labio inferior mientras me sonrrojo y vuelvo a mirar mi copa.
Te sientas enfrente mia, pides algo y entonces cuando yo me pongo más nerviosa y excitada.
No sabia ni que hacer, sólo se me pasaba por la cabeza esa mirada al entrar...
Sin más para evitar que me destrozara el labio, salgo a la calle a encenderme un cigarro y así pensar en otras cosas, pero no me dejaste. Te oigo pidiendome fuego, que escena más típica. Me acerco para darte fuego y vuelve a ocurrir, antes de expulsar el humo de tu primera calada nuestros ojos se han vuelto a encontrarse... Sentia frio, calor, inquietud, y ni siquiera sabía tu nombre.
continuara...